Al hilo de la sentencia de la
Sala nº 6 del Juzgado de lo Contencioso Administrativos, por la que se
enumeraban diversitos aspectos que vulneraban la legislación vigente, tales
como son la exigencia del cumplimiento de normativas ajenas al tipo de viviendas
destinadas al alquiler a corto plazo, aplicadas tanto por la Generalidad
Valenciana como por el Ayuntamiento de Valencia, provocó una euforia más o
menos acertada de parte de sus propietarios que ha sido cercenada por la prensa
valenciana, y más concretamente el diario Levante, cuyo ideario es de todos
sabido, que ha insertado sendas declaraciones de una tal Rosa Albert y de un
tal Amadeu Sanchis, al parecer, la primera actual coordinadora de EUPV y
ex-concejala en el Ayuntamiento de Valencia; el segundo ex coordinador general
y también ex concejal del mismo ayuntamiento, cuyas declaraciones, por
sectarias, dejan bastante que desear. Y cito de “una tal o un tal”, no por el
deseo de ofender, sino más bien porque dichos personajes habían sido hasta ahora
para mi totalmente ajenos y desconocidos.
Según las informaciones que he
podido obtener a través de INTERNET, Rosa Albert es funcionaria de la
administración del Estado, militante de EUPV y exconcejala del grupo municipal
de EU en el Ayuntamiento de Valencia hasta las últimas elecciones municipales
formando parte de las comisiones de Hacienda, Dinamización Económica y
Ocupación, Progreso Humano, Medioambiente y Desarrollo Sostenible, Seguridad Ciudadana,
Bomberos, Prevención e Intervención en Emergencias, y, además, es o era miembro
de la Fundación Municipal Escuela de Jardinería, la Fundación Deportiva
Municipal, Emivasa, Consejo Municipal de Acción Social, Consejo Social de la
Ciudad, Comisión de Seguimiento del Plan Municipal de Juventud y Comisión de
Seguimiento del Pacto por la Ocupación.
El segundo, Amadeus Sanchis,
Estudió Ciencias Políticas en la UNED de Valencia-Alcira. Entre sus cargos figuran el
de ex concejal y portavoz del grupo municipal formando parte de las comisiones
de Urbanismo, Educación y Cultura, Administración Electrónica y Personal,
Sugerencias y Reclamaciones, de la Comisión Mixta Universidad-Ayuntamiento, y
de FIVEC, y, además, pertenece al Consejo de Administración de la Empresa
Municipal de Transportes (EMT), de AUMSA, del Palau de la Música, de la Universidad
Popular y del Palacio de Congresos. sobresaliendo en él una faceta, que pienso
desconocida por la mayor parte del mundo no político, cual es la de capitán de
la cofradía de la Oración de Jesús en el Huerto, del Cabañal, cofradía a la que
pertenece desde hace 17 años, y en el que parece cumplirse una vez más aquello
de “una vela a Dios y otra al diablo”.
Como pueden determinar, ambos debían
formar parte de un colectivo de eminencias insignes, colocados sobre pedestal
de plata y oro y ante las cuales los demás mortales deberíamos reclinarnos,
pues de no ser así, no se comprende cómo pueden ocuparse cargos tan dispares si
su saber y entender no fuera tan amplio
y extenso como el de una enciclopedia, que, además, hemos de agradecer, pues
tal dedicación les habrá impedido tener
vida propia dedicada, únicamente y exclusivamente, al servicio de la
ciudadanía. ¡Qué poco agradecidos somos!
Pero hete aquí que estos
eminentes políticos han tenido su momento de debilidad como todo ser humano, y
que en su desliz imaginativo nos aclaran que:
a)
“la sentencia dictada por el Juzgado de lo
Contencioso Administrativo, que levantaba las resoluciones municipales que
clausuraban los apartamentos turísticos solo atienden los intereses de
promotores inmobiliarios y no tienen en cuenta las molestias y perjuicios que
se causan a los vecinos”.
b)
tal sentencia debía ser recurrida por el
ayuntamiento.
c)
“la proliferación de apartamentos y viviendas
particulares creaba una burbuja “low cost” que atraería a Valencia un tipo de
turista que, lamentablemente, hace que estos pisos acaban ganándose el
apelativo de apartamentos borrachera”.
d)
“que EU defiende un modelo en lo que más
importante es el bienestar de la mayoría y no el beneficio de unos pocos, se ha
de recurrir la sentencia y que desde los últimos seis meses EU ha recibido
quejas de medio centenar de vecinos, que les hacen llegar a desesperación a
causa de los altos niveles de ruido y los invidentes causados por sus
ocupantes”.
Lamentablemente, una vez más, los
políticos confunden “churras con merinas”. En primer lugar, a estas
personas, me es indiferente el estatus de cada cual, hay que señalarles que la
sentencia no está referida a ningún promotor inmobiliario, sino a un señor que
tiene unos apartamentos o viviendas de propiedad particular, que se gana la
vida honestamente con su esfuerzo y trabajo, no dependiendo de las ubres del
vecino o de papa estado, y que paga sus impuestos para que otros puedan vivir
de la sopa boba con salarios de 70.000/80.000 € anuales con cargo al erario
público, aparte prebendas. ¡Ya quisieran muchos de los que alquilan una
vivienda o apartamento tener, no esos ingresos, si no la décima parte de ellos!
No entiendo como unos políticos
que dicen mirar por el bienestar de la mayoría, que están contra los beneficios
desmesurados de aquellos “burgueses” que estrujan a la clase menos pudiente,
pueden estar en contra de las compañías de ”low cost”, o de los apartamentos
que se ofrecen a un precio inferior al de cualquier hotel de clase media y cuya
calidad está por encima del mejor de los
hoteles de Valencia, que permiten ser disfrutados por familias con menor
capacidad económica, y nieguen a estos ciudadanos, que dicen defender, la
capacidad de disfrutar de unos días de vacaciones en una ciudad hermosa como
Valencia. Ahora resulta que estos políticos defienden lo caro, es decir, lo que
no es accesible a las clases menos favorecidas, en suma, al capitalismo que
dicen aborrecer, que se supone han de combatir, ¿no está esto, acaso, en contra
de su propio ideario político y del partido que representan? INCOMPRENSIBLE.
Por otra parte, estos políticos
arguyen que las personas alojadas en estos apartamentos (lo de low cost como
ellos los califican) ocasionan ruidos y molestias a los vecinos, y como ejemplo
argumentan que ha habido 50 denuncias de vecinos en este sentido durante seis
meses. Si esto es así, la cifra me parece irrisoria para el número de
apartamentos que dicen existir en esta ciudad, una ciudad de más de 850.000
habitantes. Pero además supongo, y creo suponer bien, que muchas de estas denuncias
provienen de personas recurrentes, pues según mis noticias existen
profesionales de la denuncia cuyo objetivo no es más que cumplir las consignas
que reciben de determinados colectivos. Además, es raro que los únicos que
provocan ruidos y molestias sean tan solo los propietarios particulares, no así
de los que se alojan en edificios de apartamentos pertenecientes a empresas o
de los propios hoteles que no son para nada citados en las declaraciones de
Rosa Albert y Amadeu Sanchis: ¡raro!, ¿no les parece anómalo?
No sé el trabajo desarrollado por
estos concejales durante la legislatura pasada, lo ignoro, siendo mis
preguntas:
● ¿Alguna vez se han preocupado Uds. por los
marginados que duermen en la calle? ¿Qué medidas han tomado o propuesto para
evitar que estas personas, tan dignas como otras, sufran los rigores del
invierno, la lluvia, etc.? ¿Cuáles han sido los resultados?
● ¿Qué medidas o propuestas han realizado
para evitar la existencia de tanto marginado en las calles de Valencia?
● ¿A cuántas personas necesitadas han
acogido sus organizaciones o partidos? ¿A cuántas han dado de comer o ropa? ¿O
esto es una labor que tan solo corresponde a las CARITAS?
● ¿Qué propuestas e iniciativas han
adoptado para eliminar de las calles Guillem Sorolla, Barón de Carcer y
adyacentes hasta la calle San Vicente para eliminar la prostitución y el
comercio de drogas en éste y otros barrios, vergüenza de la ciudad de Valencia?
¿Qué han hecho para rehabilitar a las mujeres dedicadas a la prostitución y
eliminar la venta de drogas?
● ¿Se han preocupado alguna vez por
los salarios que cobran las mujeres de la limpieza en los hoteles? ¿Cuantas
veces se han preocupado por su situación, con horarios de 8 o más horas, con
las espaldas encorvadas y a 2 € la hora?
● ¿Cuántas propuestas han realizado
para mejorar la limpieza de calles, evitar los excrementos de los canes o los
orines de estos y de personas marginadas en calles, parques y jardines?
● ¿Por qué no se preocupan de los
desmanes de los extranjeros o de los propios nacionales los días de futbol?
● ¿Por qué no se preocupan de poner
orden en las calles y barrios de copas, ocupados por personas que nada tienen
que ver con los apartamentos?
… y así sobre tantas y tantas cosas
por la que los políticos no muestran el mayor interés. Hablar del bienestar
ciudadano es preocuparse de mejorar éstas y otras muchas carencias que tiene
nuestra ciudad, la tercera de España, y no monten artificialmente problemas y campañas
sobre hechos recurrentes e inexistentes para fruto y beneficio de unos pocos.
Es intolerable que califiquen a los
apartamentos turísticos privados de “apartamentos borrachera”, sin que haya
habido la más mínima investigación sobre el origen de ruidos y molestias a los
vecinos. Sus declaraciones son fruto de soflamas mitineras de mentes ancladas
en un pasado ya remoto que muchos creíamos sobrepasado, pero que permanecen ancladas
en ciertas personas cuyas mentes están en las antípodas de la realidad
económica del mundo actual. ¿A quiénes sirven? ¿Quiénes son sus amos? ¿Por qué
no se preocupan de los apartamentos “patera” y de los llamados “erasmus”,
verdadera lacra de las comunidades de vecinos?: ESTO NO VENDE, AQUÍ NO HAY
DINERO DE POR MEDIO.
Los políticos, aun cuando defienda
su ideario, su ideario será mejor defendido si se atienen a la verdad, no su
verdad sesgada, pues de esa verdad se beneficiará el conjunto del pueblo que
son los que pagan su salario y no los de un determinado sector, al igual que
han de hacer los periodistas cuyas informaciones deben cumplir el rigor que
todos merecen y a todos informan.
Y acabo con mi cita preferida del
gran GROUCHO MARX, que mejor definen a los políticos y sus políticas (al menos
a algunos, demasiado frecuentes):
“LA POLÍTICA ES EL ARTE DE BUSCAR PROBLEMAS, ENCONTRARLOS, HACER UN
DIAGNÓSTICO FALSO Y APLICAR DESPUES LOS REMEDIOS EQUIVOCADOS”
Otro día, más.
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